Ella había sido bastante buena en esto, o bien metiendo un hombro en su espalda o sus pechos contra su cara mientras Autumnvondoe se lo follaba. Se dio cuenta de que su teléfono estaba en el suelo junto a él con un buzón de voz que no reconocía de sus amigos, pero no tenía forma de saber que era de esos tipos. Se dio cuenta de que se iba a volver loco con el maldito teléfono y que había abierto el grifo. Su mente se dirigió a las tetas que le presionaban el pecho, empezó a gemir cuando quedaron atrapadas y el pensamiento de que las iban a atrapar las hizo más fáciles de complacer y volvió a meterles la polla. De repente se levantaron de su pecho y sintió que las cuerdas a su alrededor se aflojaban. ¡Chico travieso! Sus manos fueron instintivamente a agarrar su pelo y tirar su cabeza en su polla pero Autumnvondoe las apartó. Ahora no. ...dijo ella. Déjame dormir. Hizo lo mejor que pudo para ignorarla y escuchar la música que estaba escuchando. No pasó mucho tiempo para que los pensamientos volvieran. Esa pequeña esclava iba a ser una de las grandes tragedias de su futuro. Siendo así, ¿por qué no le ayudó Autumnvondoe a dormir un poco y a vengarse por todas las cosas sucias que le iba a hacer? Cerró el grifo y no tuvo que volver a preguntar; le chupó la polla otra vez y le puso las manos en la espalda. .