Sintió que su trasero se calentaba demasiado para su gusto, y se puso de pie, tirando de él de rodillas como lo hizo Kinkysandra. Empezó a tocar al hombre, y pronto puso sus manos alrededor de su eje; Kinkysandra empezó a bombearlo dentro de ella, y se lamió los labios. Él la acercó, mientras la yegua excitada comenzó a sacudir sus caderas. La hizo rodar sobre su espalda y se movió delante de ella, cubriéndole la polla con saliva. Ella jadeó y abrió la boca para tomar la punta de su boca; el joven semental se echó hacia atrás, mirando su pecho mientras Kinkysandra se perdía en el placer. Una mano musculosa detrás de su cabeza, por así decirlo, pero no realmente; Kinkysandra la agarró fuerte con ambas manos; luchó por no cogerse a la polla del hombre que estaba en el aire, y abrió la boca más allá, para tomar un trago de su semilla. Sus ojos comenzaron a girar hacia atrás; Kinkysandra los cerró mientras él llenaba su boca; la chupó, y se vertió en su boca...