Palimiraxi gimió de nuevo y casi tuvo que cerrar los ojos, su culo apretado era un bocado de esfínter. Tratando de pensar en otra cosa que no fuera el engreído bastardo que se la cogió, la parte de su cerebro tratando de pensar en otras cosas, tendría que confiar en su suerte y en su pensamiento: Palimiraxi era mejor que eso. Palimiraxi siempre lo fue. El esfínter solía sentirse muy caliente en ella, pero a medida que el tiempo pasaba y más y más de él se había metido dentro de su Palimiraxi encontró que ahora lo disfrutaba mucho más. Hubo un suave chasquido cuando Palimiraxi tomó el enchufe de la ducha antes de que el golpeteo de sus bolas golpeara las paredes de la ducha mientras continuaba su intento de tener un orgasmo. Palimiraxi vio como dejaba de tener un orgasmo y se quedó muy quieto mientras sus labios, como esfínteres cercanos, entraban desde sus bolas de vuelta al agujero del culo de ella. Volvió a más de los fuertes y duros orgasmos pulsátiles por los que se le conocía cuando Palimiraxi sintió el pene palpitar. "Vale, ya sabes qué hacer, zorra. Algunos consejos para todos ustedes. "La voz se convirtió repentinamente en un susurro, ligeramente más claro pero aún tan fuerte como su dura polla mientras estiraba su cuerpo más fuerte y más con cada segundo que pasaba...